Jueves, 9 de la noche.

El profesor empieza a incomodarse por mi compulsiva actitud de mirar el reloj del móvil cada 10 segundos y cuando amago un intento de levantarme de la silla para abandonar la clase solo escucho un “Por favor…” haciéndome un gesto que interpreto como “Corre a hacer lo que tengas que hacer f*cking tarado”.

Abandono la facultad dirección Plaza de España y parece que todos los semáforos se han puesto de acuerdo para que no llegue a mi destino. La calle Princesa es una caótica discusión entre peatones, autobuses y coches que esperan impacientes su turno. Como encontrar aparcamiento comienza a ser una tarea demasiado complicada y sigo mirando el reloj de manera obsesiva, opto por el amplio y caro parking de la Plaza de los Cubos… un día es un día.

Las 10 en punto, cines Renoir Plaza España y en cartelera un documental llamado “Exit through the gift shop” dirigida por Banksy

Para aquel que no conozca a este artista urbano, invitarle a que se pase por su página web para indagar en la amplia trayectoria y el respeto que posee este anónimo artista del graffiti. Sus plantillas y pintadas poseen un estilo propio reconocible, siempre orientadas a la crítica de aquello que llamamos “sistema” y a sus numerosas dobles interpretaciones.

La cinta comienza siendo un documental que trata sobre el mundo del arte urbano. Thierry es un vendedor de ropa que cámara en mano documenta este mundo a través de Space Invader, artista urbano francés primo de éste,  introduciéndole en las escapadas nocturnas por los tejados de las grandes ciudades. Trás Space aparecerán otros artistas  como Shepard Fairey, creador de la conocida firma Obey,  hasta llegar al inaccesible Banksy.

La relación entre los dos construye la mitad del documental para adentrarnos en la obra y acción de Banksy a lo largo del mundo. En esta parte podemos ver cómo trabaja y cómo ha sido la trayectoria del, por el momento, mas famoso artista urbano conocido (con el permiso de Huracán Pakito).

A partir de aquí el documental toma otra dirección en la cual los papeles de los implicados se intercambian. Ya no sabemos quién es el artista y quién el documentador, permitiendo una reflexión sobre lo que implica la palabra Urban Art incluso para cuestionarnos el sentido del arte en sí.

Mientras bajo las escaleras del parking tengo una agridulce sensación, una especie de lección aprendida no buscada sobre cómo puede pervertirse una expresión artística fuera de la ley como es el arte urbano, para introducirse de lleno en el “sistema” ¿Acaso no es eso justo lo que Banksy critica? ¿Cómo puede un artista urbano acabar vendiendo en galerías y no perder su esencia?

Quizás sea un documental con más preguntas que respuestas…